5 buenas razones para amar Marennes - Oléron en otoño (o fuera de temporada)
De hecho, Adeline de Voyages etc... no se equivocó al elegir visitar la isla de Oléron fuera de temporada. Siga sus recomendaciones para disfrutar de una escapada natural y auténtica a Marennnes-Oléron: "3 días en Oléron fuera de temporada: itinerario y visitas obligadas en la Isla Luminosa".
1. Los colores de las puestas de sol
Es en otoño cuando los colores son más bellos en Marennnes-Oléron. Naranjas teja o tonos más claros, una paleta resplandeciente acaricia las orillas de Oléron. Nunca se cansará de admirar los reflejos de la puesta de sol en el faro de Chassiron o en las murallas de la ciudadela de Brouage. Un espectáculo que no debe perderse.
2. La migración de las aves
Verdadero remanso de paz para muchas aves, hasta mediados de noviembre, ciertas especies de aves migratorias regresan a Marennes - Oléron. Es la ocasión perfecta para conocerlas, dar un paseo (con total discreción) y admirar su ballet. Para vivir una experiencia mágica, déjese guiar por guías experimentados en salidas a la naturaleza organizadas por asociaciones locales.
3. La tranquilidad de las playas
La vuelta al cole a veces pica. Zen: respire hondo, tenemos la solución. Respire hondo el aire purificador yodado mientras contempla cómo las olas se deslizan por las arenosas orillas de Oléron. Lejos de las aglomeraciones estivales, la calma y la serenidad reinan en su paseo playero. ¡Perfecta para tomarse un respiro!
4. Paseos por el bosque
Hojas que crujen bajo nuestros pies, petricor en nuestras fosas nasales (el olor de la vegetación después de la lluvia), corremos a admirar la transición de colores en la vegetación... No hay nada como un paseo por el bosque en otoño para despertar todos los sentidos. Diríjase a las coníferas en el corazón de los bosques públicos de Saumonards o Saint-Trojan-les-bains, en Oléron, ¡y llénese de buenas vibraciones!
5. Sesiones de pesca a pie
¿Quién dice que no se puede disfrutar del mar en otoño? Nuestra costa le reserva 1001 pequeños tesoros. Cálzate las botas, estate atento a la marea baja y recorre la costa en busca del mejor lugar para observar y recolectar mariscos y crustáceos. Los más pequeños quedarán maravillados y aprenderán más sobre este frágil ecosistema. ¡Razón de más para respirar hondo este otoño!
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